martes, 18 de marzo de 2008

Inseguridad macrista

Macri presentó los principales lineamientos del "Plan de Seguridad para la Ciudad de Buenos Aires, que se comenzará a implementar dentro de "algunas semanas". El proyecto incluye una fuerza de policía propia que "estará en la calle dentro de un plazo de un año y meses", Macri opinó que "más allá de los obstáculos" para lograr el traspaso de la policía a la órbita de la administración de la Ciudad, su gobierno "no puede quedarse de brazos cruzados" y recargó la "responsabilidad de que no tener policía propia en el Poder Ejecutivo Nacional". "No buscamos una fuerza de seguridad para confrontar, sino para ayudar a los vecinos que piden más seguridad", sostuvo Macri, quien remarcó que "hubo muchos intentos bien intencionados, pero mal hechos". "El objetivo es crear una policía muy profesionalizada. Tenemos que empezar a trabajar para resolver el problema de la inseguridad en la Ciudad, que es lejos la principal preocupación de los vecinos", sostuvo el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.

Junto con estas medidas el macrismo buscará aprobar por ley la instalación de cámaras para controlar el espacio público porteño; la puesta en marcha de un centro de control similar al 911 bonaerense; la creación de fiscalías, defensorías, asesorías de menores, juzgados penales, contravencionales y de faltas y una Policía Judicial. Además, en uno de los puntos más sensibles del proyecto, se establece la creación de una cárcel en la siempre postergada zona sur de la Ciudad, que sería administrada por un servicio penitenciario propio.

NO SE FINANCIA MÁS EN LOS DERECHOS SOCIALES DE LOS SUJETOS, SE GASTA EN LA INSEGURIDAD QUE ELLOS MISMOS PRODUJERON CON LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES Y DE EXCLUSIÓN. QUE PARADOJA.

domingo, 16 de marzo de 2008

Palau y Macri un sólo corazón

En la cena convocada por la Asociación Luis Palau, en las 150 mesas había una pequeña Biblia para cada uno de los comensales. El prólogo de "Luz para hoy, Nuevo Testamento en lenguaje actual", lleva la firma del Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio. En las mesas hubo gente de negocios, y también, varios políticos. Una de ellas, frente al palco de Palau, reunió al diputado nacional del PRO, Federico Pinedo, al legislador porteño, también del PRO, Oscar Moscariello, y al líder de Recrear, Ricardo López Murphy. El ex candidato presidencial siguió atento las palabras de Palau, aunque se mantuvo serio, sin festejar las salidas humorísticas del predicador. Al lado, en otra mesa, estuvo el diputado nacional y aliado macrista, Francisco de Narváez. "Soy católico pero conozco la tarea de los evangélicos, sobre todo en las cárceles", comentó a Clarín. Más allá pudo verse a las diputadas nacionales del PRO, Paula Bertol y Cynthia Hotton (evangélica); y en otra mesa, a los legisladores porteños, Diego Santilli (PRO), Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), y el kirchnerista Sebastián Gramajo.

Junto a Palau, se sentó el jefe de Gobierno, Mauricio Macri. No le es difícil al predicador llegar a los máximos sitios del poder político. Por la mañana había sido recibido por el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos. Años atrás, se entrevistó con Eduardo Duhalde, siendo éste presidente. En la cena mencionó un encuentro con Bill Clinton, en la Casa Blanca. También visitó a George Bush. Macri habló unos minutos y destacó "el mensaje positivo" de Palau. Luego se disculpó por tener que retirarse. "En Washington, los políticos tienen tres cenas cada noche. Están 15 minutos en cada una y se van. Por eso deben tener esas caras tristes", dijo Palau.

Recordemos quien es Palau, muy jovial a sus 73 años, nació en Ingeniero Maschwitz, al norte del gran Buenos Aires. Casado, con cuatro hijos y diez nietos, vive en Portland, Estados Unidos. Tiene escritos 41 libros. Según su organización, sus prédicas llegaron a 800 millones de personas, en 112 países, a través de sus programas de radio y televisión.

Cuando hay un violador en el barrio y llamamos a la policía y la policía viene y le pega, no decimos ‘uh, pobre violador, cómo le pegan’. Por el contrario, nos alegramos de que la policía actúe. Bueno, yo veo la intervención norteamericana en Irak desde ese punto de vista, desde el punto de vista de la seguridad”. En enero de 2004, Luis Palau le dijo estas palabras a Fernando Carnota en la mañana de radio Mitre. Y no era la primera vez que este predicador estelar le daba oxígeno a la violencia de Estado amparada en las derechas militares.

Ya en una nota de la revista Time del 7 de noviembre de 1977, bajo el título “Palau Power in Latin America”, el señor que ahora sonríe desde los afiches en las calles de Buenos Aires sostenía que la única ideología que podía detener al marxismo en la región era el cristianismo evangélico. Debió ser esa idea la que lo había llevado, en 1974, a darse la mano con Hugo Banzer, el dictador más feroz en la historia de Bolivia, y a repartir juntos un millón de ejemplares del Nuevo Testamento con la banderita tricolor en la solapa. El plan era cristianizar a los bolivianos, y Banzer y Palau hicieron equipo. Por esos días, Banzer dejó para la historia de la retórica latinoamericana una frase de colección: “Dios es nacionalista”, dijo. Supongo que Palau estaba allí para certificarlo.

Más alla de que corte la 9 de julio un viernes a las 18 de la tarde (y lo que conlleva esto, según macri los piqueteros que cortan la calle no dejan libertad de circulaciòn al resto pero este tipo sí?), es trágico que sigamos apoyando tales eventos dictatoriales.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Macri cierra 500 talleres de centros culturales: chau culturas

El Ministerio de Cultura del gobierno de la Ciudad está cerrando mas de 500 talleres artísticos que se dictan en los centros culturales barriales de la ciudad a los que
asisten más de 20.000 vecinos y en los cuales se desempeñan 250 docentes. Con esta medida se afecta los centros culturales, herramientas de acercamiento a los lenguajes artísticos, punto de encuentro entre vecinos, espacio para consolidar una identidad barrial y de ciudad.

Ya lo sabemos, es Macri..., están cerrando los espacios de trabajo y de aprendizaje para la gente. Si la inseguridad no se acaba con mas policia, se acaba con educación, cultura y trabajo.

No va a estar bueno Buenos Aires

lunes, 10 de marzo de 2008

El censo del mal

Larreta justifica el censo de empleados públicos de la ciudad: "Para determinar quién trabaja, qué es lo que hace, quién no trabaja". "En algunas áreas (de la administración comunal) sobra gente, pero en otras falta".

Se va a relevar uno por uno a todos los empleados de la Ciudad: ver qué hacen, dónde están trabajando. Solamente en la administración central de la Ciudad hay 102 edificios de oficinas administrativas, además de las escuelas, hospitales, centros culturales. Hay una dispersión enorme", indicó.

En una entrevista radial, Rodríguez Larreta explicó que el censo "es un trabajo esencial para determinar quién trabaja, qué es lo que hace, quién no trabaja, pero va a llevar tiempo: hay que censar aproximadamente a 140 mil personas". "El problema que tenemos es que no sabemos cuántos empleados tiene la Ciudad. Con esto vamos a saberlo. Esto nos va a permitir tener una idea más clara para armar cursos de capacitación para la gente, a ver en qué tema hay que entrenarlos. En algunas áreas sobra gente, pero en otras falta", precisó.

Con el censo pretenden justificar los despidos.